En cuanto sale un rayo de sol, agarro los trastos y salgo al porche a leer o a bordar.
Vivo en un lugar muy pacifico con vistas de praderas y colinas que son un placer para la vista y una alegría para el espíritu.
Suelo tener siempre un par de cestos donde pongo las cosas que necesito para la labor que esté haciendo pero, como todas podéis imaginar, con el paso de los días estos cestos se van llenando misteriosamente de las cosas más variopintas.... que de repente son fundamentales.
Es una fase del trabajo que me gusta mucho, preparar las telas, separar los hilos necesarios, elegir el dedal y la tijera, en fin la perspectiva de una nueva labor que estoy deseando empezar.
Vivo en un lugar muy pacifico con vistas de praderas y colinas que son un placer para la vista y una alegría para el espíritu.
Suelo tener siempre un par de cestos donde pongo las cosas que necesito para la labor que esté haciendo pero, como todas podéis imaginar, con el paso de los días estos cestos se van llenando misteriosamente de las cosas más variopintas.... que de repente son fundamentales.
Es una fase del trabajo que me gusta mucho, preparar las telas, separar los hilos necesarios, elegir el dedal y la tijera, en fin la perspectiva de una nueva labor que estoy deseando empezar.
