Desde hace tiempo mi familia me venía diciendo que tenía que organizar un cuarto de costura para tener las cosas cómodas y a mano. Aprovechando que esta primavera se pintó la casa, ya no he tenido mas disculpa.
Entre mi nuera Elena y mi hija Marta miraron cual era el escritorio de Ikea que mejor me podía encajar, mis hijos movieron la cama de sitio y montaron el mueble, compramos la alfombra de yute en Leroy Merlin, y rescatamos una escalera de madera del trastero para colgar mis quilts!
Hemos aprovechado los espacios de almacenaje al máximo: en la cómoda, el cesto de mimbre, y sobre todo el canapé con arcón de la cama que esta lleno de cajas con telas!
Con la esplendida luz que entra por la venta y mis adoradas vistas, creo que pasare unos ratos estupendos aquí cuando empiece el otoño... y además sigue la cama disponible para cuando alguno de mis nietos quiera venir a pasar unos días.