Siempre me gusta tener corazones hechos porque son muy coquetos y me gusta regalarlos cómo un pequeño detalle.
Es una labor minuciosa y agradecida, paso unos ratos estupendos adornándolos y cosiendo toda suerte de charms y botones.
Los suelo hacer por remesas porque una vez con todos los trastos alrededor monto una auténtica cadena de producción!